jueves, 28 de julio de 2022

Reseña de 'Leyendas de Animalia: La lista de LaClasse' (Oscar Lozano Álvarez)

 



RESEÑA

LEYENDAS DE ANIMALIA: LA LISTA DE LACLASSE

por Oscar Lozano Álvarez

Para leer la reseña en Goodreads haz click aquí



INTRODUCCIÓN

 


 

Era un día nublado el que pintaba de grises los cielos de El Ternero.

Concretamente, el tercer día consecutivo con amenaza de una lluvia que no llegaba a fraguarse.

LaClasse Dumont había salido de casa con el firme propósito de aprovechar el tiempo. No el meteorológico, claro estaba, según meditaba sonriente la vaca.

No, ella quería emplear aquella tarde en algo de lo más constructivo: Una visita a la biblioteca. Y allí estaba, imponente, asomando las peculiaridades de su añeja construcción, sobresaliendo de los tejados de edificios menores en tamaño. Un par de calles más y alcanzaría el bello portal que hacía las veces de entrada.

Para cuando lo cruzó, LaClasse trató de disimular su sorpresa con tal de que no fuese tomada por mala educación. Mientras recorría con exagerados movimientos de cabeza los altos techos, las gigantescas columnas de mármol y algunas estanterías repletas de libros, el nerviosismo por no ser delatada la hizo incluso comenzar a cantar una nerviosa cantinela. 

 

—Besoven.

 

La voz grave hizo brincar a LaClasse, que se calló de repente.

Tras ella, el motivo de su desubicada reacción la miraba con creciente curiosidad. La vaca solía reaccionar con naturalidad a todo excepto ante un desconocido. Y, a juzgar por el sujeto que la observaba con ojos muy abiertos desde el mostrador de recepción, iba a tener que hacer de tripas corazón y enfrentarse a su inseguridad.

—¿Cómo dice? 

—Besoven. Es el compositor de la melodía que ha tarareado. Resulta popular asignar esa composición a otros artistas, pero Besoven es en realidad el autor.

Durante unos segundos, vaca y recepcionista se quedaron mirándose fijamente. A cada instante que transcurría, LaClasse se sentía más a gusto.

Fue la voz del sujeto la que nuevamente reanudó la conversación.

—¿Puedo ayudarla en algo, señorita...?

Carraspeando con toda la elegancia que pudo reunir, la vaca respondió con tono agudo.

—Dumont. Señorita Dumont. ¿No tendrá algo relacionado con la filosofía, verdad, joven?

Una risa espontánea nació entonces del recepcionista, que, palmeando las manos, salió raudo de su zona para, dejando que LaClasse Dumont le tomase del brazo, guiarla a las estanterías en cuestión.

 

LaClasse sonreía. 

Era un tipo de lo más profesional. De agradable conversación. Se llamaba Oscar.

 

 

 


 

RESEÑA

 

 

 

Gracias a Editorial Adarve y Víctor Fernández García, he podido reseñar esta interesante obra titulada La lista de LaClasse.

Con la cuarta entrega, sus autores nos descubren un nuevo mundo dentro de Animalia, el Ternero. En él conoceremos a una triste vaca y a un cuervo gótico que entremezclan sus vidas por casualidades del destino.

 

Así, la primera protagonista, LaClasse, nos hace ver el valor de los recuerdos, pero también la importancia de no obsesionarnos con acontecimientos que ya no pueden cambiarse. De este modo nos llama a vivir la vida y disfrutar de las cosas sencillas, o no, que consiguen hacernos felices y sacarnos una sonrisa, en vez de vivir apesadumbrados por lo que no fue.

 

Por ello al encontrarnos con el cuervo Vade Gótico, la antítesis o némesis en el carácter de LaClasse, distinguimos que esas ganas de vivir y disfrutar de la vida no están reñidas con el desarrollo de una profesión o unos estudios superiores. Es más, es recomendable para desestresarse de la rutina diaria. 

 

Bien, con Vade Gótico también descubrimos la importancia de tener buenos sentimientos y empatía con el prójimo, ya que de esta manera se consigue que la vida de todos sea más luminosa. Aunque siempre se tienen que afrontar retos que con la ayuda de los buenos amigos se consiguen superar sin demasiados apuros.

 

Igualmente, trata el complejo tema de las relaciones sociales y las fobias, las cuales sin ayuda son casi imposibles de superar.

 

Por último, critica la habilidad de los políticos y su camarilla de seguidores para aparentar un falso interés por cualquier acontecimiento que sufra la población, con el único fin de salir en la foto y que su popularidad no decaiga, sin llegar a conocer a fondo el tema al que se están acercando.

 

Resumiendo, los niños, y adultos, que lean esta obra sacaran una enseñanza primordial con respecto a cómo se debe afrontar la vida, “vive la vida haciendo lo que te haga feliz”.

 

 

Como toda la serie, esta también es excelente y muy recomendable.









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lunes, 11 de julio de 2022

Reseña de 'El símil 3: Mujeres para la victoria' (Oscar Lozano Álvarez)


 


RESEÑA

El símil 3: Mujeres para la victoria

por Oscar Lozano Álvarez


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INTRODUCCIÓN

 


 

Recorrer el camino de la Saga Identidad, ni es tarea sencilla para ninguno de sus personajes, ni supone un equipaje ligero para el lector.

De igual modo, abrirse paso en las espesuras de la promoción artística no supone precisamente una empresa fácil.

Por otro lado, ese periplo que uno emprende con su obra bajo el brazo no carece de momentos sumamente bonitos y especialmente preciados.

Una saga como la Identidad, que se cocido a fuego lento por casi una década, es buena prueba del tesoro de personas que guardo a buen recaudo en el baúl de mi memoria. Junto a tantos y tantos recuerdos, momentos y emociones que su paso por la saga fue dejando.

 

No todas esas personas surcaron los cielos de mi vida como estrellas fugaces.

Ahí siguen iluminando soles y lunas, en ese firmamento que observo a diario como es mi propia vida.

 

No sé que astro asignar a Oscar.

Pero sí que puedo asegurar que, desde que apareció en el manto estelar que me cobija de muchos males, no ha dejado de brillar con constancia, aprecio, sinceridad y cariño.

Esta nueva reseña, la última para mi saga más íntima, supone la guinda a un conjunto de visiones de lo más analíticas y, sin embargo, delicadas y llenas de calor.

 

Ignoro qué derroteros deparan a mi futuro, pero tengo claro que Oscar se ha convertido en uno de los puntos de referencia de mi brújula interna.

 

Gracias por tanto.

 

 


 

 

RESEÑA



 

 

En esta tercera entrega de la sub-serie donde Víctor Fernández García asimila sus sentimientos y enfermedad, El Símil, y sexta de la Saga Identidad, nos lleva a mundos donde su alter ego en la ficción, Rebeldía, estará acompañada por otras dos mujeres que le ayudarán a combatir contra su monstruo particular.

 

Así, en un primer capítulo luchará contra su monstruo particular tras una estancia en un psiquiátrico, que para él es una especie de prisión mental que denigra a los enfermos, tras volver al combate con dos nuevas compañeras, Ilusión y Esperanza, que le serán de gran utilidad y fidelidad, se enfrentarán contra el Monstruo que destruye cada universo, estando cada vez más cerca de poder eliminarle.

 

Leyendo sus páginas observamos cómo el amor ayuda a superarse y afrontar con más fuerzas cualquier obstáculo que nos ponga la vida delante. Así, por ejemplo en el segundo capítulo de la novela vemos a una Ilusión enamorada de un espía rusa durante la Segunda Guerra Mundial y este hecho consigue que sea más amable con el mundo. 

 

Aunque también tiene su parte negativa cuando se pierde, pues la persona afectada es abrumada por la tristeza, pudiendo caer incluso en una depresión. Sin embargo, esto lo supera con la ayuda de los amigos, los cuales en esos momentos aportan al afectado o afectada la dosis de vitalidad que necesita para salir del bache o pozo en el que se halla inmerso.

 

Igualmente nos descubre que a mayor responsabilidad, mayores probabilidades existen de sucumbir a la presión. O al contrario, más sencillo es de sacar la valía de una persona. Por ello centra en Rebeldía y deseo de venganza la mayor parte de la trama de la novela. En este caso, la misma Rebeldía se verá inmersa en una especie de sueño lúcido que la hará casi perder el control de sí misma una vez que consiga enfrentarse de tu a tu contra el Monstruo causante de sus males y la pérdida de sus anteriores compañeros.

 

Centrándome ahora en Rebeldía y su lucha versus el Monstruo, el autor nos lleva desde el principio a revivir la historia narrada en Star Wars, en la primera trilogía que se vio en el cine. El lector se sorprenderá de cómo asimila una de las escenas más conocidas y parodiadas de la historia del cine, la lucha de Luke Skywalker y Darth Vader espadas láser en mano, donde Rebeldía y la aparición de un desaparecido personaje, ahora convertido en el comandante Tydark. 

 

Esta es una de las primeras sorpresas que nos depara el rumbo que toma Rebeldía durante la lectura de la novela. Pues aparecerán nuevamente personajes que ya habían desaparecido, y conociendo por fin la identidad del Monstruo, que nos sorprenderá. Igualmente sorprendente son los progenitores de Rebeldía, que descubriremos casi al final de la novela. Durante todos los capítulos se irá estableciendo una unión de amistad y confianza entre las protagonistas que se jugarán varias veces la vida para conseguir salvar la de sus compañeras y demás seres humanos que las rodean en cada capítulo.

 

Con todo ello, y después de pasar por varias conocidas películas, sobresaliendo la saga Star Wars, el lector que se adentre en su lectura se divertirá mientras pasea por sus páginas, pues además de la historia, que guarda una buena carga de reflexión filosófica, también podrá intentar jugar a adivinar el título de las películas que sirven de base a cada capítulo y a la novela en general.




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domingo, 10 de julio de 2022

Reseña de 'El símil 3: Mujeres para la victoria' (Àngels Aguilera López)

 



RESEÑA

El símil 3: Mujeres para la victoria

por Àngels Aguilera López


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INTRODUCCIÓN

 

 

 

¿Quién me iba a decir hace una década que esto iba a pasar?

 

En una saga tan intensa y personal como es la Identidad, el mero hecho de tocar costa tras tanto naufragar ya se antoja una gran noticia.

Diez años después de que los primeros cimientos fuesen erigidos, un total de seis novelas han sido visitadas por muchos lectores. Su cariño general al leerme y ese plus de interés por un tema tan castigado, por desgracia, como es la salud mental, ha proporcionado leña para la hoguera que me ha salvado del frío. Gasolina para el farolillo que me ha guiado entre sombras.

 

¿Quién iba a decirme que esto pasaría?

 

Que el lector promedio pasaría de sufrir, disfrutando, la escalada de los inicios de la saga... Para alcanzar el regocijo en el multiverso cinematográfico que inaugura el centro de la Identidad.

Que una lluvia de elogios me lanzaría a una empresa que desde buen comienzo se planteó tan arriesgada como imposible. Tan suicida como ambiciosa.

 

¿Quién lo iba a imaginar?

 

No. 

A mí me cuesta incluso creerlo.

Como el entrar a un pequeño negocio de tu población, y descubrir en Àngels a una lectora de tantos quilates. A una aliada con el corazón de oro puro. A una amistad brillante como el diamante.

 

Hay sorpresas en esta vida que te dibujan una sonrisa con solo recordarlas.

Estoy seguro de que esta reseña para ‘El Símil 3: Mujeres para la victoria’, así como todo lo que rodea a su autora, siempre será una de ellas.

 

Gracias, Àngels.

 



 

 


RESEÑA

 

 


Rebeldía despierta en un psiquiátrico y es rescatada por la Doctora a través de un portal que la lleva de vuelta a la base militar.

 

Mientras se recupera, es ascendida a general y forma equipo con Esperanza e Ilusión. Juntas recorren el multiverso para derrotar al enemigo. Un enemigo tan oscuro como esquivo. Un enemigo que va debilitando a Rebeldía en cada encuentro. Sólo la amistad y la lealtad de sus compañeras consigue mantenerla con la fuerza necesaria para seguir la lucha.

 

El símil 3 es una novela de acción con un protagonismo totalmente femenino. Enlaza directamente con las 2 entregas anteriores, Símil 2 y la Cala. El final de La Cala nos coloca justo en el principio del Símil 3 y mantiene la historia y estructura narrativa de Símil 2 con sus guiños cinematográficos.

 

Sin embargo, hay una diferencia importante en esta última entrega: La madurez de sus protagonistas. Víctor deja que sus heroínas cuenten su propia historia. Ya no son sólo sus alter egos, creados para trasmitir sus estados emocionales. Son heroínas de sus propias vidas, con sus miedos y sus decisiones para enfrentarse a sus monstruos. Y es en este punto donde Víctor deja que Rebeldía tome su decisión final, regalando un giro sorprendente de la historia para que cada lector decida el cierre de la Saga.

 

La maquetación y las ilustraciones, realizadas por Vlad, dan color a la historia y como verdaderas joyas esparcidas entre las páginas del libro, le dan el toque de edición de lujo.

 

La lectura de la Saga Identidad ha sido una ascensión en espiral que se inicia en la oscuridad de La Cabaña, sube por el difícil y abrupto acantilado de La Taberna, asciende y se expande por los multiversos cinematográficos en el Símil y Símil 2, desciende al complicado mundo de la depresión en La Cala para, finalmente, alzar el vuelo en el Símil 3.

 

Como broche final Víctor nos deja en sus últimas páginas tres enlaces, cada uno de los cuales nos llevan a tres historias diferentes que amplían este multiverso que ha creado el autor de la Saga Identidad.

 

Os animo a entrar en el laberinto de la psicosis, recorrer sus oscuros pasadizos y si sois valientes y lográis salir tras enfrentaros a las pesadillas descubriréis que Esperanza, Ilusión y Rebeldía están a vuestro lado para guiarnos hacia la Victoria.




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lunes, 4 de julio de 2022

Tercera Experiencia Bipolar Sin Alcohol (Parte IV)

 



Parte IV



Las nubes se arremolinan en el horizonte de azules.

Desde mi terraza, sonrío al dibujo del Mortadelo con pelo que restauré hace casi veinte años.

Café humeante en mano, siento como los vientos que anuncian el fin del verano mecen mi cabello y acarician mi rostro.

Llevo una chaqueta ligera, tejanos y bambas blancas como calzado. Pronto saldré a dar una vuelta. A deambular por las rocas que conozco tan de memoria, que incluso ciego podría guiarme. A perderme entre acantilados y calas tan familiares, que no me extrañaría escuchar las voces imposibles de los que ya no están.

Aunque la realidad me catapulta lejos de ese escenario. Del mar que ya no sabe de mí.

Al parecer, una relación con sus aguas por casi cuatro décadas no es suficiente para que nos dejen disfrutar juntos.

No. Ahora golpeo el teclado en un barrio de clase baja. El calor, asfixiante, no logra sin embargo estrangular mis dedos.

La literatura fluye, como el oleaje. Invisible como una marea submarina.

Que vengan a quitarme esto, si pueden.

Nace de la mente y se alimenta de mi corazón, así que solo tienen como oportunidad el segarme la vida.

 




 

Escribo estas líneas a unas horas de cumplir el día 40 libre de alcohol.

Siento como una escala de grises ha conquistado mi realidad.

Esta breve introducción bien debería servir como ejemplo perfecto.

Echo de menos muchas cosas.

Poder escuchar música como si de una droga más se tratase es una de ellas. Ceder un poco de control mental para que la improvisación nazca, otra más. Sentir algo de llama en las cenizas apagadas por la depresión, una más. Y así podría estar escribiendo horas y horas. 

No obstante, querido lector, sé que sabes bien a qué me refiero con la llegada de los grises. Ojalá y tuviese que ver con una tormenta veraniega. De esas que se preparan durante toda la mañana para descargar con fuerza por la tarde. De esas que encogen corazones al mirar su imponente estructura, y recluyen bajo techo con su naturaleza torrencial. Ahí hay un gran potencial, un enorme romanticismo y altas dosis de inspiración.

No como en los aburridos grises que, a veces, por desgracia, hay que cruzar.

 

Por un lado, me alegro de que esto esté pasando.

Sería una auténtica necedad meterse de pleno en la empresa de desintoxicarse y pensar que lo que aguarda es un camino de rosas.

No lo va a ser. 

La brutal carga de ansiedad va a aliarse con noches de intensa, si no horripilante, carga onírica. La sensación del transcurrir temporal va a mutar, alienándose desde nuestro punto de vista, entregando su mano a tediosas jornadas de soledad tramposa. Para nuestra desesperación, seremos un Ferrari mental en un mundo de perezosas tortugas. Lo cual suele terminar en accidente, con la carrocería destrozada y los huesos rotos, viendo como hasta el más ruin de los cobardes nos adelanta fácilmente.








 



Esta visión de carreras me da una pista de por qué me está costando tanto este tramo.

Muchos deben ser mis enfoques errados.

Antes, quizá viese en estas fases de la vida un examen a mi ego, mi orgullo y mis huevos. Pero los fracasos sistemáticos de ese mismo pasado me lanzan a un escenario diferente. Como si fuese el enésimo elegido de Matrix ante la crucial conversación con su arquitecto. Un nuevo enfoque, aunque igual de equivocado, a fin de cuentas.

Si el río está al revés, si escalamos algo que sentimos anti natura y peleamos intensamente contra los elementos... Es muy probable que estemos cometiendo errores importantes desde nuestro propio patrón de comportamiento. Errores de fatal naturaleza, que terminarán por derrumbarnos con todo el equipo tarde o temprano.

 

En mi caso, el que la llegada de las fases altas de mi trastorno bipolar se encuentre a la vuelta de la esquina, está agudizando mis sentidos. Me está equiparando a un hambriento depredador que avista su preciada presa.

Pero el que sea buen conocedor del mapa de acontecimientos, ni mucho menos me convierte en sabio peregrino de él.

Una vez más, tal es el hastío de verme varado en esta espesa niebla, que correría con todas mis fuerzas solo con atisbar el reflejo de un farolillo en la distancia.

Es algo que complica enormemente la empresa.

40 días sin beber y el escenario presenta su primera batalla clave.

Si recurro a la mediación psiquiátrica, los grises irán perdiendo alma hasta conducirme al lago. Un lugar desolado en el que lo único vivo que habita sus aguas es una anaconda de proporciones insultantes. Una bestia contra la que pelear día a día, obsesionados con lo que nos falta, lo que perdimos y lo que quedó atrás.

 

No me interesa. 

Sigo manteniendo que lo mejor es esquivar escenarios tortuosos en la medida de lo posible.

Debo mantener el rumbo y apretar los dientes.

¿No es lo que se exige a una persona mentalmente sana?

¿No es acercarme lo máximo a esa condición mi objetivo principal?

Nadie deja un vicio por amor al arte.

Con este proyecto, la guerra abierta no es más que un intento de conquista de una vida mejor. Una campaña de invasión a la felicidad que tan esquiva resulta a aquellos que caímos en los pozos de la salud mental.

Belicismo.

Rebeldía.

No me cansaré de repetirlo. No dejaré de insistir. No cesaré de revolverme.

Las personas con problemas de salud mental merecemos nuestro lugar en este mundo. Y no tiene que ser un micro cosmos apartado, como si nuestro colectivo fuese de naturaleza pandémica.

 

Por más que escribo, al parecer el curso de mis pensamientos conduce, una y otra a vez, al reclamo y la exigencia.

¿Qué hay de mí?

¿Qué hay de lo que ofrezco?

Esa debería ser la llave que me saque de esta situación tan gris.

A veces hay que olvidarse de lo a uno no le compete. Todos los factores que no dependen de uno mismo hay que dejarlos flotar, volar, evaporarse y ser. Que nos lluevan sus consecuencias en la forma que tenga que ser.

Nuestros pasos han de ser aquellos que la combinación de cuanto somos nos empuja a dar.

En mi caso, vislumbro playas y rocas en el futuro. El regreso junto al mar con el que tanto conversé. Y eso, quitándole la carga metafórica, significa que estoy cerca de mí mismo. De mi núcleo laberíntico y enfermizo. De mi hoguera.








 

Equilibrio.

Es el momento de salir un poco de mi cabeza. De ventilar mis pensamientos.

Debo caminar hacia los farolillos, pero sin volverme loco en una carrera accidentada.

La vida, cuanto más mayor me hago, más se asemeja a un goteo más que a una cascada desbocada.

Que no se convierta en una tortura china está únicamente en nuestras manos.






Continuará...


Si quieres leer estos ensayos desde el principio haz click aquí



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sábado, 2 de julio de 2022

Reseña de 'La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis' (Nadiezhda González Durruthy)

 



RESEÑA

La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis

por Nadiezhda González Durruthy



INTRODUCCIÓN


La hoguera es un elemento muy importante en ‘La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis’. 

Tanto es así, que no se limita a simbolizar las fases más marcadas de la bipolaridad. También cuantifica, o intenta representar, todo aquello que, como personas, nos arrima a la pasión. En cualquiera de sus formas y apunte donde apunte, lo pasional dota a cualquier empresa de un importantísimo valor humano. Hasta el punto de poner en jaque a la misma vida si se ve debilitada, segada o extinta.

 

Nadia me recuerda a las llamaradas de esa hoguera.

Su compañía me hace evocar alianzas en guerra.

Su análisis le recuerda a mi mente que la lejanía de la soledad es un hecho.

Su empatía me llena el corazón de un calor tan agradable que solo puede haber nacido de algo de naturaleza tan estable como flamígera.

 

Contemplar su lectura de la novela, cercana y cariñosa, ha sido uno de los factores que ha hecho tan bonita la experiencia de revisitar el laberinto.

Todo es más sencillo con el crepitar de la amistad en el ambiente.



RESEÑA


La cabaña es una lectura difícil, pero con el poder de mantener los ojos del lector clavados en el texto hasta llegar al fondo.

Un duro escrito autobiográfico, donde el autor utiliza imágenes como lenguaje para describir los oscuros episodios de su enfermedad.

Logra la atmósfera tensa y agobiante “de los días malos”, ilustrando con parábolas los avatares de su existencia desde la niñez, pasando por adolescencia y juventud, con una visión de su madurez.

La sinceridad de tan doloroso autorretrato, nos va llevando a su mundo, y a su incesante necesidad de comprender lo que sucede en su interior.

Se abre el pecho ante nosotros, y pone en blanco y negro sus demonios. Difícil ejercicio de autoconocimiento, que sirve para dar voz a aquellas personas que padecen enfermedades mentales y visibilizar también al entorno que los salva o los hunde.

Las ilustraciones intercaladas, nos ponen sobre la pista de la comprensión del conjunto, y nos sirven de hilo conductor en el accidentado camino hacia el desenlace.

Los sentimientos y las cualidades, se sientan a la mesa con los (él) protagonistas y debaten diversas situaciones de altibajos, ya sea en momentos de distanciamiento de la realidad objetiva, como en episodios de aniquilamiento a través del alcohol.

Te impregna hasta tal punto en este intenso ejercicio de catarsis, que al final renaces como parte de una realidad paralela, con un poco de la euforia del adolescente con trastorno bipolar, y la misma sensación de poderosa claridad.

Todo un reto, subir la cuesta y visitar La cabaña.

Gracias por dejarnos entrar y sentir el calor reconfortante de sus paredes.



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Reseña de 'La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis' (J. Carlos Fernández)

 



RESEÑA

La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis

por J. Carlos Fernández



INTRODUCCIÓN


Recuerdo con mucho cariño el trabajo en la sala de máquinas de mi primer blog de relatos.

En Relatos del País de Nunca Jamás ocurría de todo. Terror, fantasía, humor, no ficción, romance y varios palos más eran tocados en un concierto muy variado, aunque con sus constantes. Y una de ellas era J. Carlos.

Sus comentarios a mis creaciones resultaban profundos, analíticos y de lo más orientadores.

Quizá por eso nunca me extrañó que el timón de mi navío literario estuviese, desde buen inicio, bajo la atenta mirada de este lector.

‘La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis’ puede que sea algo que, muy probablemente, a ambos nos ponga los pelos de punta. Pues bebe de una época más que difícil, fría y oscura. Pero también nos une.

Puede que la novela fuese escrita en un ejercicio constante de sangre, sudor y lágrimas. Puede que ocasionase múltiples heridas de gran profundidad. Pero el libro resultante se ha acabado erigiendo en una historia muy importante, ahora que el paso del tiempo ha ayudado a cicatrizar.

Importante para la lucha en salud mental y la ruptura del estigma que la abraza.

Importante para la Saga Identidad, que gracias al laberinto dio con hasta cinco volúmenes más.

Importante para mí, pues de algún modo, el plasmar la trama me ha llevado de las sombras al sol.

Aunque lo más especial es sentir que también es una historia importante para mi padre.

Todas y cada una de las palabras de la reciente reseña de J. Carlos me recuerdan el camino que hemos recorrido juntos. Distante y cercano, como la música de un acordeón en el concierto del blog de relatos del País de Nunca Jamás.



RESEÑA


Lo que tenemos entre manos es un libro auténticamente precursor en su época. Concebido inicialmente como una serie de relatos, o al menos eso parecía en su formato original, finalmente ha visto la luz en una edición muy bien maquetada y con unas ilustraciones espléndidas. 

    Aprovechando una reciente lectura conjunta en la que ha quedado de manifiesto la importancia de esta obra aprovecho para dar nuevas impresiones.

    Niño, Adolescente, Hombre y Anciano son los protagonistas de esta historia, si bien el peso de la trama la llevan los dos últimos, con fulgurantes apariciones de Adolescente. Juntos nos van a hacer recorrer unos parajes insólitos y, a veces, aterradores. Rodeados de un elenco de personajes de una riqueza y personalidad encomiables, que se entrecruzan en las diferentes situaciones e historias, nos van a adentrar en el increíble y duro universo del Trastorno Bipolar en todas sus fases llegando incluso al laberinto de la Psicosis.

    Puede parecer un libro de lectura difícil pero no es el caso, las diferentes etapas y fases por las que pasan los protagonistas dan lugar a relatos personales magistralmente indexados donde, a veces de manera amena y en otras de forma aterradora e inquietante, se va mostrando al lector qué pasa por la mente en esos episodios.

    Con pinceladas de humor aquí y allá,  se va perfilando un hilo conductor que no te deja indiferente, donde los personajes que los rodean dan lugar a tramas paralelas que hacen que respires con alivio dada la profundidad que muchas veces tiene la trama. En esta obra el Autor ya da muestras de su peculiar forma de escribir y que posteriormente ha plasmado en otros libros espléndidos llenos de imaginación y fantasía.

   A diferencia de la primera vez, en esta ocasión sí he visto una luz abierta a la esperanza con un epílogo lleno de luz de la ilustradora Vlad Strange, lo cual hace la lectura de este libro muy recomendable como ejemplo de la lucha por superar las terribles consecuencias de las adicciones y, sobre todo, el titánico esfuerzo en intentar < y conseguir > dar coherencia a una obra escrita en unas circunstancias muy duras.

    Así pues no tengan miedo y adéntrense en el Laberinto de la Psicosis. No quedarán defraudados.




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