lunes, 19 de agosto de 2024

Trastorno Maníaco Depresivo | Ensayo acerca del proceso evolutivo

 


 

 

¿Es malo querer suicidarse?

¿Es normal sopesar la autodestrucción parcial o total del ser?

A estas alturas de la película, todo cuanto sé, se cimenta sobre los pilares de la rareza.

Sin embargo, no enfoco ese raro tono sobre mi piel, sesos o corazón.

No, lo que se me hace tan raro es el mundo que me rodea.

 

No deja de resultar curioso el hecho de que, a mayor introspección ejecutada, más grande es el rango social que acotamos.

Me explicaré.

No he dicho que tirando hacia dentro de nosotros mismos abarquemos mayor cantidad del mapamundi. No. Eso sería comparar nuestra psique vital a los avatares de todo un planeta. La prohibida megalomanía danzando con la fuga más temida. Porque, desde ahí, uno ya no halla freno alguno ante el ejercicio de extrapolación, acabando frente a las puertas deseadas del universo infinito y perdiendo sistemáticamente toda cordura ante ellas.

Aunque sí he afirmado que, inspeccionando nuestros propios rincones, desnudamos a la humanidad.

Nacido en cualquier ubicación y circunstancia, el ser humano comparte intrínsecamente la práctica totalidad de la misma porción del pastel. Idénticas configuraciones de sistema operativo, con las salvedades dispuestas más en los ojos ajenos que en los de uno mismo.

Ejemplifiquemos.

Una persona autista puede, y debe, entender que no hay más error en su modus operandi que el proceder de un mundo enfermo creador de una pútrida red de comportamiento totalitaria. Una persona enferma, en cualquiera de sus desgracias posibles, puede, y también debe, comprender que el bandazo del resto no es culpa suya. Pues las masas huyen por defecto de la verdadera empatía. Y eso se debe a que ni siquiera son capaces de tenerla consigo mismos.

 

¿Hasta qué punto se está dispuesto a ahondar en las profundidades de la depresión?

 

Está muy bien que la psique humana trate de experimentar, racionalizar y sanar.

Está fabuloso que el corazón del ser humano refulja continuamente sin dar su brazo a torcer.

No obstante, la verdadera cuestión que veo en el aire no es otra que esta: ¿Vale defender la nobleza de cualquier acto si este se perpetra a costa de otros?

 

Fíjate, querido lector, que en este arranque hemos hablado de introspección.

Pronto, muy pronto, hemos terminado en las trincheras del bando rival. Aunque el exhibicionismo del propio mal ante la injusticia ajena también ostenta sus propias trampas. Por suerte, el comienzo ha tratado un tema único e intransferible: El suicidio.

Podría considerarse como el acto más límite y radical de cualquier proceso depresivo mayor.

No estoy de acuerdo.

La mayor crueldad a la que se expone una persona sumida en una o varias crisis depresivas es lo atroz de la propia naturaleza del proceso. Mente anulada y corazón apagado. ¿Qué nos queda para recorrer el resto del angosto túnel?

Es ahí, justo ahí, donde los bipolares, bendecidos o no, con don o sin don, creamos la chispa que genera el fuego de la manía.






Se expande la teoría psiquiátrica, como contagiada por el propio incendio del término, de que las fases maníacas son meros ejercicios de evasión por parte de la mente con tal de evitar una muerte segura.

El texto que nos ocupa erige su título sobre la evolución de estos trastornos, y me parece un momento muy interesante para elevar el tono y argumentar en dicha dirección. Pues mucho me temo que, pese a que las personas no cesan de evolucionar, la condición bipolar es tan matemática como perfecta en la ejecución de la patología.

Como si el jaque mate fuera una mera cuestión de tiempo, siempre a su favor.

Tampoco estoy de acuerdo.

 

Ante una problemática maníaca depresiva, el afectado puede, y debe, asumir que a las habituales malabares del presente y el futuro, se habrán de sumar intensas cargas de pasado. Lastres que vendrán hinchados y expandidos, en la tan habitual dilatación emocional que genera el trastorno bipolar.

Eso significa que, en la pugna por levantarse del estado depresivo, uno deberá enfrentarse a sus peores bestias. Y eso, para gente que ha estado atada contra su voluntad, insultada y menospreciada, que ha perdido toda esperanza real y justa para con sus sueños e ilusiones, y que ha asistido a la decapitación de su imagen por parte de muchos de sus seres queridos… Eso, más que una bestia, es un monstruo sin nombre.






Y aquí es a donde quería llegar.

 

Si el trastorno bipolar es una exageración de todo, en la que las presas de los límites pueden saltar por los aires, ¿Para qué vamos a llegar a los extremos de sobra conocidos?

En este enésimo ensayo acerca de mi afección mental, me saltan muchas alarmas al tratar de comprender las ramificaciones y consecuencias de tal cuestión.

Parece que hace buena la máxima de los pies en el suelo. De la vista al frente y la mente en el presente.

 

Ahora, regresemos al inicio y respondamos desde ahí.

 

¿Es malo querer suicidarse?

Sin duda, es peligroso.

Que una persona tenga las agallas, con la libertad que eso supone, de enfrentar a sus bestias hasta el mismísimo final, hasta las fauces de su monstruo personal, podría hacer que regresara a la sociedad con otro punto de vista muy diferente al del resto.

Con una disposición de actitudes y miedos radicalmente ajena a lo siempre sintió como correcto.

 

Aunque lo correcto debe seguir siendo lo correcto.

La máxima del totalitarismo social que nos rige, mediante prisiones encubiertas de las que nadie quiere saber nunca nada.

Porque es mejor ahogar cualquier chispa posible que tener que exponerse a apagar un incendio.

 





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

martes, 13 de agosto de 2024

¿Dónde está Sauron?






Largo tiempo he buscado a Gandalf.

Llegué a hipotecar mi propia respiración en esa búsqueda de noble majadería. Mi latido y mi vida.

 

Dicen que no solo he hecho magia. Las malas lenguas, las que no deben ser escuchadas porque nadie quiere que alcen la voz. Hablan de alquimia. De dragones. De magia y de caos.

 

Cuarenta y un años tengo ya.

 

Desde que me proyecté a sesenta años vista desde la abrupta oscuridad, nadie ha quedado indiferente. Amores, amigos y aliados danzando al son de una partitura mecida a golpes de desengaños, soledad y traición.

Pero… ¿Dónde está Sauron?

 

El mundo, ahora que es un lugar mágico, parece rebosar la falta de contraste que produce el arcoíris.

Me gustaría pensar en venganza. Tejer las telas de araña que conduzcan a todas las almas inocentes que ahora me rodean a sufrir la amputación completa de sus esperanzas e ilusiones.

Sin embargo, no es a mí a quien corresponde dicha labor.

 

La luz y la oscuridad siempre han estado enfrentadas en un delicioso baile. Y me niego a pensar… Eso es. Me niego a pensar. Quiero que sean mis latidos los que impulsen cada paso y rieguen las neuronas. Pues, en el mundo en el que vivimos, la carga de intelecto tan solo sabe a podredumbre.

Y vendrán.

Vendrán todos a decirme cosas. Vaya si vendrán.

Cientos de miles de millones de castillos de naipes forrados con piel tejana de indios masacrados. Los ‘levi's’ de los mentirosos que levantaron imperios traicionando y dejando atrás, a la espera de la prescripción volátil de estas mentes enfermas de hoy en día.

Qué bien lucen.

Peleando, mano a mano, con y en contra de las prostitutas de la moral vestidas de ‘Jack & Jones’. Gentes dispuestas a sacrificarse con tal de llegar a un beneficio mayor.

 

Es algo que ocurre desde abajo.

Desde unas sombras difuminadas por la maldita bruma igualitaria. Y es que ya no hay orcos a abatir. Ahora, en este infame juego de máscaras, primero dicen que hay que preguntar con educación, tratar con respeto y sopesar sin juicio ni prejuicio.

 

Conozco cómo proceder.

 

Ante el garrulo que quema contenedores. Ante su madre drogadicta y medio zumbada que pide tabaco y debe ser comprendida desde la salud mental. Ante su bendita abuela franquista fallecida.

Al pozo.

Ante el que vende humo con la ilusión de que aún no existe la telepatía. Ante los cientos de negocios que explotan el concepto de hogar dentro de su pútrida alcantarilla. Ante las grandes marcas que veneran los que ansían las posiciones intocables.

¡Al pozo!

 

Ante cualquiera que se levante con ese maquillaje capaz de negar la jornada previa. Ante toda su jodida educación y sus modales supuestamente exquisitos. Ante sus dioses y su salvación.

Vivimos tiempos en los que el lobo ni siquiera tiene que disfrazarse de cordero.

Le basta con vestirse de correcto, de mundano y gris.

No vaya a ser que se queme con el aceite hirviendo de una guerra en ciernes.

 

 

Entonces, dentro de mi absoluto pavor, me doy cuenta de dónde está Sauron.

Agazapado y a cubierto… Dentro de aquellos que ardan con la suficiente intensidad como para apagar su humanidad en vida.

Si por cada ilusión cavamos un pozo para esconder las miserias que nos permitan agarrar impulso… ¿Hasta dónde hemos excavado?

 

Neonatos que crecerán hasta dar con la fresca adolescencia.

Soy incapaz de mandarlos al pozo.

No obstante, no sería la primera vez que sabemos de alguien capaz de exterminar por deporte todo cuanto ha tratado de germinar. Son personajes manidos en la historia de la literatura. Seres que no requieren de mandar a ser alguno a ningún pozo en concreto. Pues las sombras siempre han existido y siempre aguardarán.

Tan solo hay que dejar que cada individuo excave a su gusto, para aparentar cualquier cosa con la que monetizar su vacua existencia.

 

Sauron aguarda. Como siempre ha hecho.

Contempla el inicio. Prevé el final.

Cobarde victoria.

Destino sellado.

Maldita humanidad.

 


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

miércoles, 7 de agosto de 2024

Bienvenidos a PYRAMIDAL

 


 

 

Usted ha adquirido las gafas de entorno virtual ‘Rypmia Edition’ y, con ello, va a entrar en un universo repleto de posibilidades. Sin embargo, no por ello va a estar exento de responsabilidades mientras viaja, divaga y finalmente reflexiona en torno a todo cuanto va a verse expuesto. La primera de ellas, la más básica, es forjar un inicio ejemplar.

Por favor, siga al pie de la letra las instrucciones de montaje de sus gafas de entorno virtual.

 

Paso 1: Tras extraer sus flamantes ‘Rypmia Edition’, colóquelas frente a su campo de visión.

Paso 2: El sobrecito que acompaña al lote es una dosis totalmente voluntaria de Polvo Nevado Digital, que acentuará su concentración a costa de una considerable ansiedad. Ábralo para más instrucciones complementarias.

Paso 3: Notará, tras esta distracción, que las patillas extensibles de las gafas de entorno virtual se han ajustado a sus orejas, amoldándose a cualquiera que sea la descomunal medida de su cabezón.

 

Estoy seguro de que ahora mismo debes estar preguntándote muchas cosas.

A buen seguro no te esperas que las diferentes cuestiones vaya a escupirlas yo.

¿Quién cojones necesita de un prólogo explicativo para lanzarse a sea cual sea la aventura?

¿Quién tiene los huevos de dejarse guiar por una jodida IA en vez de machacar un poco el seso?

Y, fuera testículos, ¿Quién coño se cree que es mi tal autor como para empezar un texto así?

Mierda.

Estoy confundido.

Creo que me he pasado de PND otra vez.

Frente a mí, el maldito libro que lleva acompañándome lúcido, drogado y, maldita sea, hasta en sueños, parece sonreírme desde lo alto de su… De su perturbada portada.


Me lo voy a leer. Me lo voy a meter como un puto yonki literario.


Parece que, en efecto, la cosa inicia yendo al grano. Ni asomo de prólogo… para el ciego con prisas. Pues está más que claro lo que ese cabrón inquieto, artífice de todo esto, quiere en verdad comunicar con una única página en blanco: ¡Disfruta de la lectura, joder!

 

 

********************

 

 

Dentro de mi ama no siento más angustia que la que pueda reportarme la visión de una guadaña.

El siegue vital de sus constantes no tendría por qué acabar conmigo… Pero me abatiría de pena al segar toda esperanza.

La noche que nos brinda la gran ciudad es igual de ambivalente que el resto que hemos vivido y todas las que nos quedan. Jardines del Futuro brilla hacia adelante, aunque el paso del tiempo la oscurezca hacia atrás. Es como una montaña rusa que siempre, en última instancia, va hacia abajo.

¿Quién nos dio el empujón inicial?

Aunque, más inquietante aún me resulta preguntarme… ¿Quién siento que me acompaña?

 

Soy Yp’r, una larva curativa, pero, como cualquier ser, puedo sentir el aura de la cercanía.

Mi ama, Rina, reposa tras un día especialmente duro. Esa es la presencia sempiterna que llena de dicha mis días, riega de ilusión los atardeceres y endulza de promesas las noches.

No obstante, hay alguien más.

Como si un sonido sedante de tecleo estuviese tejiendo algo extraño. Algo de infame naturaleza que, ante todo, incomoda.

Me siento observada.

Yo, que todo lo veo pasando tan desapercibida, sé mejor que nadie de lo que hablo.

Siento como si alguien estuviera leyendo mi mente, mimando cada letra mientras la mece para engullir todo cuanto pienso… Y siento.

 

Es una presencia invisible.

Ante todo, me gustaría ser cordial con ese supuesto lector.

Así que, ahí va: Bienvenido, forastero.

 

 

********************

 

 

Aletargado.

Me siento entumecido ante tu llegada.

No quisiera ser descortés, y mucho menos obviar esta oportunidad de comunicarme contigo, pero debo ser consecuente con la decadencia que está por llegar, pese a que tanto hace ya que aconteció.

Este universo que nos rodea es tan caprichoso como insondables son los misterios de su naturaleza. Puedes andar esperando un único cometa toda la eternidad y, en un instante, asistir a una lluvia de estrellas fugaces.

¿Eso eres tú, querido lector? Veo en tu aura mucha luz. Detecto gran sed. No menos hambre.

Ve en paz y sigue tu camino.

Recuerda que, te lleve donde te lleve, sea cual sea la azarosa forma de la carga y las cadenas…

No debes olvidar nunca el color de esta energía que te acompaña.

 

 

*********************

 

INSTRUCCIONES COMPLEMENTARIAS

Ingesta de Polvo Nevado Digital

 

Usted se ha quedado varado en el Paso 2. Nótese en su mayor fruncido de cejas, en su notable concentración y en su creciente estado de ansiedad.

Hágase el favor de relajarse y, para ello, nada mejor que un emocionante periplo de lectura.

Abra Pyramidal, por ejemplo.

Abra su mundo interior.

 

 


 

 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...