RESEÑA DE 'EL SÍMIL: DÍA DEL LECTOR'
por Litzy Martínez
Describiría El Símil, como una historia bella, exquisitamente trabajada desde el principio hasta el final de cada universo cinematográfico, cada pequeño detalle es abordado de una forma poética y dramática pero sin dejar de ser teatral precisa y con un gusto a realidad.
Y las similitudes tan acertadas y chocantes que se imprimen en cada capítulo de esta novela.Una obra que evoca un torbellino de sentimientos encontrados, para mí ha sido un deleite leer, por no decir vivir, cada acontecimiento al lado de Tylerskar y los demás personajes. Confieso que a lo largo del desenvolverse de cada universo, la intriga y la incógnita no me dieron tregua hasta que llegaba a la palabra fin, que siempre me resultó impredecible y ciertamente doloroso en ocasiones como dulce en otras.
Fuera de lo estético, puedo decir que no es una obra amable, no, para nada. Este conjunto de magníficas historias literariamente cinematográficas, no son una lectura que se deba tomar a la ligera. Es una obra que te lleva a lugares tremendamente distintos unos de otros, cada uno con su similitud con la cruda realidad de la bipolaridad.
Su crudeza y complejidad así como su suavidad y sencillez plasman sentimientos, sensaciones, experiencias y personajes inolvidables que en ocasiones me hicieron despertar como en otras palidecer y replantearme mi propia filosofía de vida. Siento que varias de esas partes, tan perfectamente estructuradas, han sido como una bofetada en muchos sentidos para mi enclenque conocimiento sobre este mundo de la salud mental. Me ha sacudido y destruido de diversas maneras y doy sus merecidas felicitaciones a su autor por hacerlo de la mejor forma.
He llegado a comprender el vínculo entre la osada Rebeldía y el, ciertamente incomprensible a veces, Tylerskar. He llegado a amarlos a ambos tanto como a admirarlos por sus aventuras que se transmutan a desventuras (y viceversa) con el paso de los versos de la forma más impecable y acertada.
A través de los laberínticos pasillos de esta obra multivariante, y para mí sorpresa, he encontrado a Victor. He llegado a entenderlo escasamente, ya que aún me hiere decir que no me siento a la altura de la profundidad que sus palabras contienen. Aún no llego a internarme por completo en la mente imposible e insaciable del Monstruo, a pesar de sentirlo tan irracionalmente familiar. Sus acciones y su poder sobre Tylerskar que cae en sus redes de la misma forma como le da caza al lado de la indómina Rebeldía.
El símil, me ha dejando perpleja y me ha sumido en reflexiones sobre mi propia forma de vivir mi vida y de la manera en la que yo también intento escapar de ella creando mundos y universos utópicos para mi propia diversión. Me ha hecho entender y escudriñar en mi propia conciencia en busca de esa tan ansiada comprensión sobre mi propia naturaleza. Sobre la naturaleza de cada uno de nosotros, bipolares o no.
Me ha dejado, como no, patidifusa en todo sentido. Porque aunque imagino que la finalidad de la obra es acercar al lector al punto de comprender un poco más la vida del enfermo mental, también hay pequeñas cosas, guiños, pistas, secretos y sorpresas. Cada capítulo encierra un problema y una enseñanza, una bofetada de realidad a través de un mundo de fantasía.
Esta obra pasa por mi vida dejando un vacío más grande de lo que me imaginaba que sería. Y doy fe del impacto que ha producido en mi persona.
No soy la misma que al iniciar esta inolvidable lectura como tampoco soy aquella que comenzó a entender a su autor. Victor de pinceladas precisas al lienzo de nuestra realidad con esta fantasía cinematográfica. Acercándose, por no decir rozando, la perfección en sus letras.
Una lectura muy recomendable, me atrevería a decir que es obligatoria no sólo para aquellos mortales que desean comprender más acerca del trastorno bipolar, sino para todas esas personas que están atrapados en un callejón sin salida e intentan escapar de sus Monstruos.
Esta obra es para aquellos que están aún en busca de una Rebeldía que los lleve de la mano hasta el final. Aquellos que necesitan la risa de experiencia y su fraternal sonrisa, la extraña lógica de Resolución y su espontaneidad.La imparcialidad de Rectitud y los arrullos de Esperanza. O por el contrario, la infantil inocencia de Ilusión.
Creo que esta obra no es sólo para los Tylerskares y Rebeldías que vagan por el mundo. Sino también para los Monstruos y ciertas Conciencias que carecen de luz en sus existencias.
¡Por más días de Rebeldía!

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