Esta serie pertenece a la obra 'La taberna: Una libreta para el recuerdo'
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Tu has tenido mucha suerte al tener gente que te apoye, por desgracia muchos no tienen esa suerte. Si te relacionas con personas enfermas mentales tienes que tener muchísima paciencia. Pero es verdad que en la actualidad la gente no tiene ni idea de las enfermedades mentales, que en cuando dices que tienes lo primero que piensan es que eres un loco como los que entran en colegios y hacen masacres. Te animo a no rendirte y seguir hacia delante por muy difícil que sea 😉
ResponderEliminar¿Que te lo digan a ti no? Paciencia inconmensurable... :)
EliminarEsa falta de interés general por la enfermedad mental agrava la sensación de, en ocasiones, cargar con un peso demasiado elevado que en mi caso muta de naturaleza sin previo aviso.
No hay rendición, y tampoco creo que me permitieseis tal cosa :D
Este articulo me gusta, es directo y penetrante. Plasma la cruda realidad de una sociedad que intenta alejar lo diferente, lo inexplicable. No solo se da en las enfermedades mentales, el mero hecho de ser científico conlleva muchas veces ese aislamiento. Comentarios tipo " vive en su mundo " se han convertido en estereotipos. No siempre se tiene la suerte de contar con un núcleo duro que te aprecie y esté dispuesto a sobrellevar los malos momentos con el convencimiento de que el afectado lucha con todas sus fuerzas para salir adelante. El autor creo que tiene esa suerte. Pero de lo que más alucino es que conforme va ganando a sus miedos y adicciones más va emergiendo un excelente escritor. Enhorabuena
ResponderEliminarLa actitud hacia los enfermos mentales es en ocasiones muy cruel y superficial...
EliminarDesde luego que he tenido esa suerte, y me alegro enormemente de seguir teniéndola.
Me alegra que te vaya gustando lo que voy escribiendo últimamente :D
Gracias J. Carlos, un saludo.
Como todos los exilios la vuelta al hogar requiere una parte de conocimiento para saber que no todo será igual y que no todos te recibirán con los brazos abiertos. Como todos los retornos, la vuelta a la "realidad", a aquello que dejamos atrás en su día puede desembocar en una desubicación inesperada. En un viaje extraño. Más aún, si el resto de la sociedad continúa aceptando según qué comportamientos y desconociendo (como yo mismo) o pasando de este tipo de enfermedades... las posibilidades de reinserción real disminuyen.
ResponderEliminarAún así, en el fondo todos estamos solos. Debemos preocuparnos por rehacernos bien, por conocernos y como bien comentas, no depender de otros o esperar que nos comprendan o nos lo solucionen.
Ahora bien, si encima tienes quien te respalde, te mime o simplemente te comprenda el cielo quedará más cerca.
Afortunadamente la desubicación al regresar es temporal y asumiendo como bien comentas que nada será lo mismo puedes lidiar con los ásperos recibimientos de muchas personas.
EliminarLo más importante es sentirse bien con uno mismo, y desde luego con ello contribuyes a enriquecer tu círculo de buenas relaciones personales de tener la suerte de disfrutarlo.
Es mi caso, cosa que ya conoces y en la que contribuyes.
Un abrazo Jam.