Soy bipolar.
Bueno, soy Víctor, y padezco esta enfermedad.
Podría detenerme
a explicar en qué consiste y la gravedad de su sintomatología pero no es acerca
de eso lo que tengo intención de analizar.
Valdrá con ser
conscientes de que existen dos polos en el estado de ánimo de una persona: La
euforia y la tristeza. Llevadas al extremo, en mi patología son conocidas como
manía y depresión.
En mi caso, como
es común en un buen número de personas bipolares, fui adicto a algún tipo de tóxico.
El alcohol me
mantuvo bien cogido en sus garras durante más de una década sin que yo fuese
capaz de poner remedio a lo que más que un problema, representaba una solución
para alcanzar estabilidad emocional.
Nada más lejos de
la realidad.
Escribí mi
primera obra, “La cabaña”, a lo largo de cinco años en los que acumulaba las
piezas del puzzle sin orden ni concierto.
Piezas mimadas,
bien cuidadas, pero que desconectadas tan solo representaban hasta qué punto el
trastorno bipolar y el tóxico que lo potenciaba me hacía oscilar entre los
extremos del estado de ánimo interrumpiendo mi labor creativa abruptamente en
un sinfín de ocasiones.
Pese a ello logré
armar mi primera novela, que con su última revisión representa algo de lo que
me siento muy orgulloso dadas las dificultades extra a las que me enfrentaba a
la hora de tener que evitar la psicosis el tiempo suficiente como para que sus
páginas pudiesen fraguarse.
Así pues, si se
conoce la oscilación constante entre estados de ánimo en una persona bipolar
como ciclotimia, “La cabaña” es una “Obra ciclotímica”.
Tras un duro año
totalmente KO al concluir la escritura de mi primera obra, seguí publicando
habitualmente relatos de diferente índole en mi blog de relatos.
Un conjunto de
ellos, que narraba las aventuras de un viejo moribundo convertido súbitamente
en mago por el bosque en el que ha pasado su vida, me hizo discernir que mi
reticencia a armar historias de considerable longitud estaba dando paso a una
pasión por diseñar con mimo el universo que representa cualquier obra.
Me puse a ello
sin pensarlo, embriagado por el placer de la escritura de un modo que desconocía.
Sin prisa pero sin pausa, hasta que mi trastorno se descompensó por allá a la
mitad del libro, acelerando el proceso y generando cierta obsesión en unas
dosis algo enfermizas.
La euforia
maníaca apareció, y con ella toda la paciencia y la ilusión dieron paso a un
proceso creativo más urgente, dilapidando los buenos consejos que la paciencia
aporta a la mayoría de obras literarias.
De modo que “Mago”,
mi segunda obra, primera de una saga llamada “El Nexo” que afronto con suma
ilusión, estuvo marcada en su conclusión por dicha euforia, y la considero por
consiguiente una “Obra maníaca”.
En los últimos
dos meses no solo he logrado no probar gota de alcohol, sino que he aprovechado
lo bueno que he ido cosechando en mis últimos años de lucha contra el trastorno
bipolar.
De ese modo he
alcanzado un punto al que aún aprecio elevado dado el abismo del que emerjo,
desde el cual la edición en e-book y en papel de mis obras ha dado resultados
que jamás imaginé con anterioridad.
Este mismo blog se ha
convertido en una especie de acogedor hogar para mí, al que decoro con
booktrailers, secciones e información varia con la esperanza de que al
visitante le reporte cuanto menos una fracción de la ilusión que contiene.
Y, cómo no, la
escritura de “Bruja”, mi tercera novela en ciernes y que sucede a “Mago” en la
saga, está gozando de una preparación, fase de diseño y proceso de escritura a
lo que ansío poder aplicar en un futuro la etiqueta de “Obra estable”.
Desde luego en eso estoy poniendo todo mi empeño cada día.
Con la llegada de la
estabilidad a mi vida, debo reconocer que tanto el trastorno como los tóxicos
no son buenos aliados en el campo de la escritura, pero no por ello me
avergüenzo de mis obras publicadas. Más bien al contrario, adoro tratar de transmitir
emociones con palabras y ambos casos son ejercicios en los que he puse todo mi
empeño.
Hoy estoy de
celebración. Son dos meses sin probar gota de alcohol.
A la tentación de
beberse algo flojito he respondido, como en todo este tiempo, con una rotunda
negativa.
Pero ni la vida
ni las posibilidades acaban en algo tan nimio.
Brindo con todos
los que me hayáis leído con una de mis pasiones, a la que he puesto a trabajar
con este buen montón de palabras.
¡Salud!
Primero de todo, muchos ánimos con el peso que llevas encima, ya que no es nada fácil y segundo FELICIDADES POR ESOS DOS MESES y espero que sean mas.
ResponderEliminarHaces bien en no avergonzarte de tus obras, y seguir adelante con ellas y espero que consigas que Bruja sea tu obra estable.
Esto es como la camiseta y pulseras de Goku de media tonelada, al final lo ves como lo normal xDD.
Eliminar¡Gracias, por supuesto que iremos sumando!
Ya me irás diciendo qué te parece Bruja a medida que la creación vaya avanzando ^^
Muacks
Me uno a las felicitaciones, compañero. Por constante y por valiente. Y ardo en deseos de poder introducirme en ese particular universo que llevas dentro, del que estoy seguro no podré escapar...
ResponderEliminarGracias Jam, espero que en breve tengas tu copia de "La cabaña" y se refute o se confirme esa inmersión en el contenido que ambos deseamos :)
EliminarUn saludo compañero
¡Enhorabuena por esos dos meses sin probar ni gota! Como bien dice Silvia, no debes avergonzarte de tus obras ya publicadas, pues representan una etapa de tu vida que, aunque no lo parezca, debería ser importante para ti porque forma parte de tu vida. También espero que Bruja no sea solo tu obra estable, sino la primera de muchas más ;D
ResponderEliminarSaludos <3
¡Gracias R.!
EliminarYo también deseo que de ahora en adelante los acontecimientos tanto en mi vida personal como en mi vida escritora gocen de cuanta más estabilidad mejor, pues en "La cabaña" ya quedo impresa una dosis más que generosa de lo contrario.
Un saludo! :D
Todo lo mejor amigo en este fantástico trabajo de desapego. Gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias michigel, bienvenido al blog :)
EliminarEste artículo me ha hecho pensar mucho, muchísimo. No es fácil hablar de estos temas, lo sé de primera mano; por lo saber que no solo has logrado hacerle frente a toda esta problemática, sino compartirla con todos nosotros.
ResponderEliminarYo también te doy tu enhorabuena por tus dos meses sin alcohol, que es algo también muy admirable. Sigue adelante.
Siempre he dicho que la escritura es la mejor amiga en esos tiempos tan duros, resulta increíble imaginar como salen cosas tan maravillosas de nuestra mente si les damos una oportunidad.
Ahora tengo el doble de ganas de leer Mago, e incluso La Cabaña está comenzando a coquetearme. Creo que me has dado aliento para contar mi propia historia de tormentos y escritura. ¿Quién sabe? A lo mejor me aventuro a hacerlo.
Éxitos!
Me alegra que te haya dado que pensar.
EliminarGracias, la escritura es algo que me ha acompañado en todos los compases de mi problemática y dudo que ya nunca se aleje de mi lado.
Espero que disfrutes con la obra que decidas, y desde luego si compartes tu propia historia a buen seguro aportará mucho.
Un saludo, ¡Bienvenida al blog Ada! :D
Gracias por este retrato experiencial
ResponderEliminar¡Gracias a ti por leer, Débora! :D
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