Esta serie pertenece a la obra 'La taberna: Una libreta para el recuerdo'
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Dado que en mi caso llegó la gota que colmó el vaso, es
razonable pensar que hay que recorrer un camino de concienciación antes de dar
el paso de dejar el alcohol con éxito.
Porque va a resultar imposible no mirar atrás en ningún
momento, y tener claras las prioridades de por qué hemos tomado la decisión va
a ser importante.
Cuando cierta euforia controlada aparece, y padeces síntomas
como un buen humor ininterrumpido y reducción en la necesidad de dormir, en
trastorno bipolar se habla de fase de hipomanía.
Explico este punto ya que hay que estar al tanto de posibles
virajes en la enfermedad ante circunstancias lo suficientemente extremas.
Y dejar un tóxico al que eres adicto de algún modo lo es.
Mirándolo con perspectiva, lo que me ocurrió al comenzar la
desintoxicación del alcohol se asemejó bastante a la hipomanía, pues mi
actividad diaria se multiplicó reduciendo mis horas de sueño y regularizándolas
entre cuatro y seis.
Si bien siempre he padecido problemas con las pesadillas y
los sueños vívidos, en este punto parecieron recrudecerse combinándose con
despertares brucos y continuos.
Es en estos puntos donde más cuesta a un bipolar obligarse a
permanecer en cama las horas que tocan o incluso no modificar su pauta de
medicación.
Pero logré superar las primeras noches y llené mis días de
videojuegos.
Habituado a consumir alcohol durante algunas horas a diario,
el aumento de tiempo disponible y la presencia de una mente más despierta y
atenta no tardaron en ir multiplicando mis hobbies hasta que di con una fusión
que me resultó de lo más entretenida e interesante.
El mero hecho de descubrir un nuevo videojuego me lanzaba a
la escritura de relatos a los que poner mi voz en diferentes montajes con un
amplio abanico de posibilidades del cual ‘beber’.
Sin embargo, no creo que estuviese inmerso en ninguna fase
hipomaníaca.
Salpicando aquí y allá llegaban momentos en los cuales me
apetecía tomarme algo con alcohol. Al poco tiempo ya es evidente que lo que
ocurre es que tu cuerpo te está pidiendo su dosis.
Recomiendan dejar pasar unos diez minutos desde que
consideras que no te queda otra salida que ceder, para entonces reconsiderar
dicha postura.
En mi caso eso funcionaba para retrasar el momento
inevitable.
El momento en que te das cuenta que no te vas a permitir
beber alcohol.
Entonces todo cuanto estás haciendo parece perder
importancia, y todo en lo que trabajas para ocupar tu futuro inmediato y a
corto plazo pierde validez.
Acababa en esos momentos en cama, con un buen montón de
pensamientos negativos amartillando mi cabeza y envenenando mi discurso.
Cada lectura iniciada a modo de evasión generaba más y más
pensamientos autodestructivos, mientras la escritura y los videojuegos quedaban
relegados a un segundo plano ante el deseo de consumir.
Salir a la calle despertaba aún más la sed de alcohol.
De modo que normalmente, aguantaba esas horas para
finalmente caer adormilado e iniciar el tortuoso proceso nocturno de cada
noche.
Supone toda una ‘cortada de rollo’ el que eso ocurra, pero
también es cierto que cuando ves amanecer después de la tormenta y te das
cuenta de que no has bebido, sonríes de un modo que merece la pena
experimentar.
Te das cuenta de que quizá has tenido que sacrificar tu
futuro inmediato del día anterior, pero que lo has hecho porqué estás
trabajando en un futuro a medio y corto plazo mucho más importante.
Cualquier persona adicta al alcohol comparte ciertos
patrones con sus semejantes, dije en la primera parte.
Pues bien, creo que una de las cosas comunes es el descontento
que se genera mientras se está adicto en el círculo íntimo de la persona, y del
mismo modo la esperanza que nace si el proceso de desintoxicación se inicia.
Trabajar a medio y largo plazo quizá no tenga demasiadas
recompensas inmediatas, pero reporta una satisfacción personal más profunda, y
desde luego te acerca de nuevo a aquellas personas que, pese a quererte, se
plantean o se han distanciado de ti por estar permanentemente intoxicado y
alterado.
En esta tesitura me vi al transcurrir las primeras semanas
de desintoxicación, y debo decir que en ningún momento sentí que el telón de mi
iniciativa iba a bajarse, sino más bien lo contrario.
A parte de lo rutinario del día a día, mi tiempo libre se
veía inundado de todo un océano de antiguas y nuevas posibilidades.
Si jugaba a un videojuego se me ocurrían varios montajes
para él.
Si escribía en un blog aprendía e introducía docenas de
cambios en el diseño.
Si escribía una novela o relatos se abrían ante mí nuevos
mundos que conocer, nuevas plataformas y redes en las que trabajar.
Y así un largo etcétera de ejemplos sobre los cuales fui
surfeando el oleaje de las posibles recaídas los dos primeros meses.
Los ataques de querer ingerir alcohol se fueron espaciando,
apareciendo unas ocasiones durante breves minutos, otras de un modo horrible
que podía demorar su extinción en hasta tres jornadas.
Lo que me queda claro es que hay que tratar de no escucharse
demasiado cuando esos episodios acontecen.
No obstante, le dan la vuelta a cada tortilla que puedas
tener preparada.
De ello hablaré en la tercera parte.
Para leer la 'Parte III' sigue este enlace
Esta serie pertenece a la obra 'La taberna: Una libreta para el recuerdo'
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Un buen artículo, a través de la experiencia personal el autor nos da una valiosa información sobre un trastorno que afecta a miles de personas solo en Catalunya, si de por sí cuesta horrores dominar un hábito adquirido no quiero ni pensar el descomunal esfuerzo que debe ser dominarlo en esas circunstancias, me gusta y espero con interés la tercera parte. Saludos
ResponderEliminarEstas reflexiones son hechas 'sobre la marcha', espero poder ir aportando mayor contenido a medida que los meses se vayan acumulando.
EliminarPronto la tercera parte :D
Un saludo J. Carlos
Como todo lo que hace Víctor, esta segunda parte sale de su mente tanto como de sus entrañas. Si ya está bien conocer el trastorno para los más neófitos, hacerlo de primera mano es un lujo. E interesarse casi una obligación. Seguiremos a la escucha...
ResponderEliminarDesde luego trato de transmitir la experiencia lo mejor que puedo...
EliminarMe parece estupendo que te interesen los dos ejes centrales sobre los que se construyen estas publicaciones.
La tercera parte se introducirá en "el lado oscuro"... Nos leemos allí, espero :)
Un abrazo Jam
Muy bueno, creo que esta sección se a convertido en mi favorita, no solo por lo que explicas, que te felicito de ello, ya que no es algo fácil y que mucha gente que lo padece le avergüenza decirlo, si no que también puede ayudar a gente que esta en tus misma posición o similar.
ResponderEliminarTe animo a seguir así <3
El miedo al estigma es fuerte porque la sociedad puede ser realmente despiadada.
EliminarEsta especie de mapa que trato de dibujar con mi experiencia lo intento cargar desde un punto de vista basado en lo que considero que pueden ser las coincidencias entre los diferentes tipos de afectados.
Gracias Silvia, un abrazo fuerte :D