jueves, 17 de noviembre de 2016

Proyecto VR writers (Parte de V)




VR writers es el resultado de la asociación como escritores de R. Crespo y Víctor Fernández García.


En su primera colaboración, ‘Un ritual en la taberna’, fusionaron en un universo alternativo escenarios y personajes de dos de sus novelas, ‘Ritual’ y ‘La taberna: Una libreta para el recuerdo’ respectivamente.
El proyecto VR writers nace de esa colaboración que tan satisfechos está dejando tanto a los lectores como a los propios autores.


Si bien su primera colaboración quedó atada al marco de la festividad de Halloween en un especial por su acontecimiento en 2016, el proyecto VR writers mira al horizonte a corto, medio y largo plazo con la firme intención de mantener el nivel del primer especial o, a ser posible, superarlo.


Si eres escritor y tienes una novela de la que amas a un personaje, esta es tu oportunidad.
Escríbenos a proyectovrwriters@gmail.com, presentando tu novela, escenario característico y personaje preferido.
Estudiaremos la posibilidad de ofrecerte estar presente en uno de nuestros especiales, con al menos una parte de un capítulo escrita por ti y el maravilloso mundo que has creado.



Así se presenta mi proyecto con R. Crespo, que podéis encontrar en redes tales como Facebook, Twitter, Google +, Wattpad o Sweek.

Antes de hablar del VR writers, pues considero que con la presentación anterior uno ya puede hacerse una idea general del concepto del proyecto, me gustaría contar una pequeña gran historia.

Ésta nace como lo hacen las historias verdaderamente especiales: Con una mezcla de oscuridad y luz. En ese orden.
Corrían fatídicos días para mí cuando no hace ni dos años una chica con perfil en blogger dejó un comentario en mi blog de Relatos del País de Nunca Jamás.

Una fuerte y tormentosa guerra contra la dependencia al alcohol, así como los cíclicos y severos golpes en mi psique por parte de un trastorno maníacodepresivo en fase aguda, me tenían no contra las cuerdas, pero sí dando tumbos en mi vertiente artística.


De vez en cuando, de entre la amplia amalgama de relatos de diferentes géneros que fraguaba, emergían textos de carga tan metafórica como autobiográfica, siendo los comentarios en éstos los que más acariciaban mi alma.

Así pues, al ver una misteriosa pero agradable foto de perfil acompañada del nombre R. Crespo, sin darme cuenta ya me encontraba leyendo lo que no serían más que las puertas a un mundo, qué digo, Universo, del cual tengo el inmenso placer de conocer y un poquito pertenecer.

No sería el único comentario de esos prolegómenos en la amistad que finalmente tuvo forma con paciencia y buen hacer.
A cada lectura crecía mi interés y, tras encontrarla en una red social, acabé aterrizando en Leyendas y Mitos de Soradia, un blog con una serie de historias conectadas de una saga que me maravilló por completo.

Esos serían los principales rayos de luz en una relación de la cual desconectaba asiduamente para zambullirme en un océano de alcoholemia muy mal gestionada.
Sin embargo parecía que la empatía entre Rocío, como la llamaré a partir de ahora, y yo, daba incluso para perforar la capa de la adicción tóxica y enraizar en ella lo bonito de una sana amistad.
En forma de curiosas fiestas online plagadas de ocurrencias e improvisación yo encontré una manera de salvar la considerable distancia que siempre nos separa, pero que con imaginación y altas dosis de buen humor hoy en día es en parte dada al engaño.


Cuando comentaba algún escrito mío sentía en sus palabras como de algún modo se había zambullido en el significado de mis metáforas encriptadas hasta dar con la mismísima clave de su esencia.
Algo parecido ocurría, al parecer, cuando yo hacía lo propio a leerla a ella.
Este hecho apuntalaba nuestra amistad también en el ámbito literario, creando una sintonía muy agradable desde la que comunicarse.


Pasó el tiempo y fui descubriendo el resto de blogs de Rocío, haciéndome una vaga idea de lo que en realidad abarca el trabajo que desde hace tanto tiempo lleva a cabo.

Pero como he dicho, en esta historia la herida que deja la oscuridad no solo está bien presente, sino que incluso habría que situarla en primer lugar.

Mis dificultades emocionales mezcladas con los estados ebrios me alejaban de la buena senda en un camino literario que englobaba lectura y escritura, correcta y profunda capacidad de reflexión.


Así pues se produjo un apagón.
La relación y la amistad pareció extinguirse.
Como un espejismo de un eco al que nadie jamás llamó.

El frío que nace de la triste desesperación del alcohólico lo congeló todo.
Así transcurrieron meses, tan largos como el tiempo en apariencia soleado en el que nos habíamos podido ir conociendo.
Hasta que cuando todo parecía destinado a caer en el olvido, cuando ya el contacto se resumía a una cordialidad casi meramente profesional… Estalló una revelación en mi cabeza.


Mi historia desde ese momento, hace ya seis meses, en el que dejé atrás el alcohol espero que para siempre, está repartida en mis diferentes redes y espacios web, pero bastaría para lo que trato de explicar con decir que estallaron las puertas que bloqueaban mis deseos de relacionarme desde el bien.

Y cómo no, ahí estaba R., una excelente escritora y mejor persona aguardando pacientemente a que mi mejoría permitiese a nuestra bonita amistad florecer como nunca.

Es en este punto donde, tomando como referencia la presentación de VR writers del comienzo de este escrito, un lector ajeno tanto a ella como a mi persona podrá ya comenzar a atar cabos, en la tarea de comprender lo especial e ilusionante que resulta este proyecto.


Como si del dolor y el sufrimiento, en un arranque de vida oscuro y hostil, el protagonista de una profunda historia viese en seco una luz al final de un angosto túnel.
Como si tras un valiente y resuelto caminar hacia ella que acaba por hacer emerger al personaje en la cúspide de una montaña con vistas a un paradisíaco bosque mágico bañado en luz del sol.

Así es VR writers.

Pues nace de lo más bonito que puedo concebir de la amistad.

De lo más empático y divertido que considero que tienen las relaciones en el campo de la literatura.


R., Rocío, R. Crespo, tanto da.

Me alegro enormemente de haber dado con esta persona en el camino.
Que se haya llegado a convertir en una compañera con la que recorrer ciertos emocionantes tramos de él.

Hay comentarios en referencia a lo que trato de transmitir con lo que escribo que aún conservo en mi interior con gran gratitud en algún tipo de pedestal emocional.


En mi vida hay una reducida multitud por la cual profeso un amor que trata de asociar a su pasión un profundo respeto.

Mis siempre fieles padres.

Mi querida pareja Stela.
Mi exigente hermana.
Familia y grandes amigos que no solo han sobrevivido a una época infernal, sino que ahora permanecen a mi lado o si son de nueva hornada no se asustan ante lo preocupante de mi diagnóstico y biografía.

En ese mapa Rocío tiene su lugar especial también.
Y siempre lo tendrá.

Iba a presentar VR writers lo mejor posible. Esa iba a ser mi intención.
Supongo que confesando todo lo expuesto por esa R y habiendo perfilado un poco la V… Algo habré conseguido.


Sois más que bienvenidos al hogar del proyecto VR, cuyas dos plantas principales son dos hogares en sí mismos:


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