Parte
I
Lo que más
admiro de ti es… La tranquilidad y paz que me transmites.
En
un universo paralelo, la chica delgada le tiene medio enamorado.
No
se permite mucho más, pero esa joven con su niña esperándola en
casa supone para él demasiado.
Se
deshace en elogios íntimos cada vez que los recuerdos a su lado
surcan su mente, aterrizando en su corazón.
Él
lo nota, percibe a la perfección la gran intensidad de sus
emociones, sobre las que edifica sus sentimientos.
Sentimientos
quizá banales, puesto que esa piel tostada presidida por una negra
melena… Es su terapeuta referente.
Así
es su coraza, aparentemente fuerte, aparentemente frágil,
dependiendo de por donde la mires. Sin embargo, haga lo que haga, él
siempre acaba recordando cómo fue recibido la primera vez que sus
caminos se cruzaron en un hospital. El abrazo. El gran abrazo. El
inmenso abrazo que cubría todos y cada uno de los baches donde su
carrocería casi pierde el total de su estructura.
En
ese universo, la joven Ogal y Joel incluso estuvieron juntos en casa
de éste. Pudieron hablar lejos de la problemática relacionada con
el hospital, y Joel no se cortó.
En
ese universo ambos conocen los sentimientos del otro.
En
ese universo hay bailes cada día tanto en el hospital como fuera de
él.
En
ese universo Joel sonríe… Verdaderamente muy a menudo.
Porque
ve y siente cómo es correspondido en sus actos, cómo le llena tener
detalles aunque éstos no se apilen en ninguna montaña de la que
sacar partido alguno.
Tan
solo se trata de mantenerse vivo, respirando, hasta la siguiente
oportunidad de…
Vivir
el momento.
En
nuestro universo, Víctor escribe estas líneas centrado y habiendo
hecho una cura de sueño importantísima. Stela trabaja y él aguarda
su llegada como agua de mayo. Pero no es mayo. No. En mayo se
arrastraba hasta arriba de cannabis y alcohol. Estamos en una fecha
significativa que la meteorología ha tenido el capricho de acompañar
con un clima tirando a frío. Se trata del primer día de septiembre.
El
escritor, habiendo hecho su mapa. La araña, con su tela preparada.
Son
tiempos de cambio… Pero para bien. Toca sonreír a la siguiente
página que llega, mientras quizá, solo quizá, en ese universo
paralelo algo cambie. Quizá Joel encuentre en el caos de su mente el
freno a su montaña rusa emocional.
Sólo
lo necesario para sincerarse con Ogal y consigo mismo.
Sólo
lo necesario para acariciar tanta belleza y permitirse seguir su
camino.
Sólo
lo necesario para fundirse en un abrazo de proporciones a medida con
ese maldito año.
Parte
II
No
me tengas miedo…
Se
abre la puerta de la doctora Hamp por enésima vez. Víctor sale de
allí algo cabizbajo.
Meditabundo
al cien por cien, se sienta medio dejándose caer en el cómodo
sillón en el que se hunde su cuerpo mientras emite un quejumbroso
sonido. Se siente fatigado mientras mira su reloj.
Las
11:30. Ha estado casi dos horas con Hamp.
¿Cómo
no le va a tener miedo?
Evidentemente si llega a ese lugar como un toro de miura, poco se podrá hacer más que poner los pies en el suelo al trastorno y desear buena suerte al paciente.
Pero, ¿Y si quién ingresa muestra posibilidades verdaderas de llevar una vida equilibrada?
¿No sería lo más lógico trabajar en esa dirección a muerte?
Evidentemente si llega a ese lugar como un toro de miura, poco se podrá hacer más que poner los pies en el suelo al trastorno y desear buena suerte al paciente.
Pero, ¿Y si quién ingresa muestra posibilidades verdaderas de llevar una vida equilibrada?
¿No sería lo más lógico trabajar en esa dirección a muerte?
Muerte…
esa palabra tan prohibida, tan morbosa.
Los
pensamientos obtienen fugas en Tylerskar, que se permite el lujo de
lucir su sonrisa en la sala de espera.
Entonces Víctor se escandaliza.
El conflicto tiene lugar y, tan pronto como se llama al orden a esa cabeza salvaje, ésta obedece.
Entonces Víctor se escandaliza.
El conflicto tiene lugar y, tan pronto como se llama al orden a esa cabeza salvaje, ésta obedece.
Entonces
Víctor comienza a recordar cada momento de la visita, con el fin de
registrarlos en su memoria. Y vaya si da de sí una visita con Hamp.
Lo
más importante no es la escenificación, ni el entorno agradable. Ni
siquiera la medicación con sus cambios e incontables efectos
secundarios horribles.
Lo más importante para Víctor es sin duda esa psicoterapia que tan encarecidamente le recomendaron en el pasado y tanto tiempo ha tardado en efectuar.
La doctora Hamp quizá no fuese como la joven embarazada, Lya, que le dio impulso para dejar de beber. De hecho, piensa Víctor, también le dio alas, cosa que como ha comprobado no se debe hacer a menudo con una persona maníaco depresiva.
Hamp no es así. Ella remueve con tacto aquello que en tu interior forma un pozo. Unas veces tomando la iniciativa y otras permitiendo que el curso del pensamiento fluya hasta donde tiene que fluir, extrae algo, lo mira, lo pule, y te lo entrega para hacer lo que estimes oportuno. Pone su confianza en ti.
Lo más importante para Víctor es sin duda esa psicoterapia que tan encarecidamente le recomendaron en el pasado y tanto tiempo ha tardado en efectuar.
La doctora Hamp quizá no fuese como la joven embarazada, Lya, que le dio impulso para dejar de beber. De hecho, piensa Víctor, también le dio alas, cosa que como ha comprobado no se debe hacer a menudo con una persona maníaco depresiva.
Hamp no es así. Ella remueve con tacto aquello que en tu interior forma un pozo. Unas veces tomando la iniciativa y otras permitiendo que el curso del pensamiento fluya hasta donde tiene que fluir, extrae algo, lo mira, lo pule, y te lo entrega para hacer lo que estimes oportuno. Pone su confianza en ti.
Víctor,
adormilado, relaja los músculos de su cuerpo y todo ennegrece, menos
una escena… Una escena que le resulta extrañamente familiar.
EXTRACTO DE LA LIBRETA DE JOEL
Hoy
he bromeado con Itu acerca de muchas cosas y lo hemos pasado en
grande.
Ya
sabía yo que fuera de la unidad de agudos las cosas tenían que ser
diferentes.
Al
menos, cuando la llamaba estando estable se ponía muy
contenta…
Silencio
Silencio
Hoy
he podido dormir bien, ni más ni menos horas de lo normal.
Estoy
casi seguro de que me salvo de la Unidad de Agudos.
Escribo
en un dispositivo estupendo que me va a salir bien caro.
Silencio
Tengo
miedo.
--
¿Por qué, Joel?
¿Dónde
estamos?
--
Estamos en tu cabeza, en un despacho, la tienes delante.
Sal
de mi despacho.
---------------------------------------------------------
Cuando
parece que Joel va a actuar, a Víctor casi se le sale el corazón
del susto. Un leve toque de un paciente colega en su hombro bastó
para sacarle del sueño y hacerle brincar.
Antes
de salir a fumar, Víctor quedó revoloteando cerca del despacho de
Hamp, a ver si podía formular la pregunta. ¿Por qué querría ella
que saliese de su despacho?
Unas
horas después regresaba en bus a las tierras costeras en las se
erigía su casa.
Al parecer la doctora Hamp confiaba tan plenamente en el tratamiento que Víctor, y nadie más según ella, con mantenerse sobrio y seguirlo junto con las horas de sueño adecuadas, lograría emerger sano y salvo de la crisis.
Al parecer la doctora Hamp confiaba tan plenamente en el tratamiento que Víctor, y nadie más según ella, con mantenerse sobrio y seguirlo junto con las horas de sueño adecuadas, lograría emerger sano y salvo de la crisis.
Mientras
por la ventanilla Víctor veía pasar las primeras playas donde tan
feliz había sido un año atrás, dejó ir un leve pero prolongado
suspiro.
Quería
a Joel para plasmar a una psiquiatra que atendiese vía móvil si
fuese necesario.
Quería
vislumbrar esas visitas unas veces en el despacho otras en una
cafetería.
Quería
estar en la vida de Hamp, y que ella lo estuviese de él y su
familia.
No
obstante, esa no sería Hamp.
De
modo que por respeto, por lógica… También debía dejarla ir.
Parte
III
La
quieres mucho… ¿Verdad?
La
pregunta queda en el aire.
Es
tan retórica que él tan solo puede devolverle a esa joven terapeuta
una sonrisa. Ella la atrapa para sí poniéndose en pie y dándole un
fuerte abrazo. Se llama Jezabel.
Antes
de aquello, sin embargo, hubo todo un carro de momentos que Víctor
no sabe bien del todo si ella recuerda. Algo le dice que, pese a la
cantidad de trabajo ininterrumpido, ella conserva la semilla de toda
persona que haya pasado por allí. El secreto para hacerla remontar.
Uno
de esos momentos fue el intercambio de miradas que se lanzaron,
entrelazándolas en una misma trayectoria hasta que tanto Joel como
Tylerskar, así como su arquitecto Víctor, quedaron atrapados en el
brillo oculto en esos ojos marrones. Jezabel parecía detener el
tiempo, pero no como una anaconda trabajando su presa, sino más bien
como una idea imposible, perturbadora y plagada de ensoñación a
partes iguales…
EXTRACTO
DE LA LIBRETA DE JOEL
Mi
mejor amiga, casi mi hermana, se encuentra hoy esperándome en algún
punto de la plaza central de un poblado cercano a mi vivienda perdida
en un paisaje de calas.
Escribo
estas líneas en el autobús que ha de conducirme ante su compañía.
Las
últimas veces que hemos quedado lo hemos pasado en grande. Superado
el bache del alcohol y recuperando buena parte de mi identidad, ella
no deja de apremiarme a seguir en la misma dirección. Por mucho que
las olas zarandeen la embarcación de la que dispongo.
Siempre
hablamos de Stela. Es uno de mis pilares, y siempre trato de
recordarle a Jezabel lo importante que es ella también para mí. Lo
relevante que supuso el que nuestras manos tendidas se uniesen más
allá de los muros que forjan la frontera entre lo terapéutico y una
amistad cuyas raíces no se vean cortadas a partir de cada arremetida
mental.
Se
que soy privilegiado.
Mientras
dos sonrisas cómplices se cruzan al ocaso de un día de risas,
emociones, cariño y respeto, justo antes de la siempre amarga
despedida, ella lanza su pregunta.
¿La
quieres mucho… Verdad?
Lejos
de esa situación imposible, aunque con dos libretas en blanco frente
a él.
Víctor,
dispuesto a encenderse un pitillo, desplaza sus dedos sobre las
teclas de su ordenador.
En
una nublada mañana decorada con un jazz suave de fondo, se dispone a
dejar ir. Es el turno de Jezabel, y la melodía del saxo es tan
conocida que el escritor canturrea.
Los
síntomas, los efectos secundarios de lo que toma, son tan exagerados
que en ocasiones casi llega al pánico. No obstante, tiene los dos
pies en la realidad. Ese pensamiento le saca del universo de la
mirada de Jezabel, permitiéndole mirar a Stela, capacitándole para
agradecer a su familia todo el apoyo y la preocupación mostrados.
Mucha
luz para tiempos que han causado estragos en su interior, así como
en su mente.
Y
la quiere.
Verdad.
Gracias,
Jezabel…
Parte
IV
Me lo has
notado…
Dijo sin más,
mirando por un segundo al horizonte.
Afligida por un
motivo que él aún desconocía,
Rachel suspiró
por un instante
Sabiéndose
presa, de la aflicción que la consumía.
Rachel
es una mujer protectora y cariñosa. Es algo de lo que Víctor está
convencido pese a que la suma del tiempo que han compartido no llega
siquiera al año. Tal afirmación se sustenta en una tercera base, en
esta ocasión una verdad con algo de acto de fe, como es la
sinceridad.
Él
da por sentado que ella nunca le miente, y estima correcto afirmar
que es algo recíproco.
Eso
hace que el riachuelo fluya… A falta de un chispazo de magia.
Me lo has
notado…
Dijo ya presa de
la aflicción,
Un manantial de
lágrimas a sus pies,
Vertidas una a
una desde el pasado hacia la gran caída,
Donde no hay
lucha ni tipos malos, solo desamor.
Rachel
y Víctor han conducido juntos un coche a carcajadas rumbo a un
hospital.
En
el despacho de ésta se ha asistido al aterrizaje del segundo,
iracundo y maníaco, profundamente desestabilizado.
Se
ha visto también una evolución, que a día de hoy aún perfora la
cueva donde aguarda el secreto de mi estabilidad.
Sin
cielos que sobrevolar. Y es que tanto Rachel como Víctor parece que
quisieron tener alas… Para acabar apreciando con otros ojos el
caminar con los pies en el suelo.
Me
lo has notado...
¿Qué?
Tengo dos niñas preciosas por cuidar.
¿Qué?
Tengo dos niñas preciosas por cuidar.
¿Y tú?
Yo sobrevivo.
Cuento con el apoyo de Hamp.
Parte
V
Me
dejo algunos, por no decir muchos, nombres en este relato por partes
que comenzó siendo algo pequeño y directo en mi cabeza para poco a
poco crecer como una cebolla contenedora de información entre sus
capas.
Puede
que para mí sea de gran interés dado que comencé este proyecto de
varios días sumido en lo que creía una severa crisis psicótica.
Gracias a la evolución que plasmo en él puedo guiarme algo más
dentro de una memoria que no para de fallarme.
No
sé si el texto pretende ser un homenaje. Tampoco si contiene una
reprimenda inconsciente.
Lo que sí sé, es que me nace de un interior que no sólo alberga fría información para esculpirla en un papel. El corazón en un puño, sin tener porqué llegar a su extremo, es más mi forma de entender una vida en la que, en ocasiones, debes dejarte ayudar.
Lo que sí sé, es que me nace de un interior que no sólo alberga fría información para esculpirla en un papel. El corazón en un puño, sin tener porqué llegar a su extremo, es más mi forma de entender una vida en la que, en ocasiones, debes dejarte ayudar.
Eso
es lo que aprendo de personas como Ogal, Hamp, Jezabel o Rachel.
De estrellas fugaces como Phily (tan profesional y entregada a su trabajo), Nüia (en ocasiones su voz hace que relajarse sea algo impuesto, algo inevitable), Merea (cuyo rastro desde su ausencia aún siento), Mercy (con su siempre cálida bienvenida y velocidad) o Ellen. Para Ellen siento que debería inspirar y hacer una pausa.
De estrellas fugaces como Phily (tan profesional y entregada a su trabajo), Nüia (en ocasiones su voz hace que relajarse sea algo impuesto, algo inevitable), Merea (cuyo rastro desde su ausencia aún siento), Mercy (con su siempre cálida bienvenida y velocidad) o Ellen. Para Ellen siento que debería inspirar y hacer una pausa.
Pero
no lo haré.
Bastará con decir que ese buen montón de jornadas trabajando mano a mano supuso toda una sorpresa para mí.
Bastará con decir que ese buen montón de jornadas trabajando mano a mano supuso toda una sorpresa para mí.
Es
domingo e ignoro qué me deparará el destino.
He
hecho las cosas correctamente en cuanto he podido alcanzar.
Puede
que aún me sienta raro con tanta pastilla y tanto efecto secundario…
Pero se ha acabado agosto y soy relativamente libre. Quizá no para
volar, pero sí para volver a caminar.
Al
menos hasta 2018, donde el horizonte se cierra.
Al menos hasta Octubre, donde alcanzaré mi libertad.
Al menos hasta mañana, donde lucharé por ella.
Al menos hasta ahora, hasta este momento.
Al menos hasta Octubre, donde alcanzaré mi libertad.
Al menos hasta mañana, donde lucharé por ella.
Al menos hasta ahora, hasta este momento.
Me
encuentro sentado tecleando calmado las últimas líneas de un
detalle que quiso ser proyecto. Yo le doy forma, soy el encargado de
que llegue a sus destinatarios.
Porque son mis primeras líneas en un 2017 horrible. Las más importantes, las del desbloqueo.
Porque son mis primeras líneas en un 2017 horrible. Las más importantes, las del desbloqueo.
¿Han
llegado a vuestro interior?
Ha pasado tiempo desde la publicación de La Taberna y, por fin, el Autor nos brinda un texto que, como es habitual en él, es difícil de catalogar ya sea como ensayo o, más bien, como una especie de homenaje a una serie de personas que influyen o han influido en él estos últimos tiempos.
ResponderEliminarEn un ejercicio introspectivo severo y profundo va desgranando sus sensaciones respecto a esos personajes que de un modo u otro le ayudan a sobrellevar y, esperemos, superar una compleja situación en la que se ve inmerso por culpa de su ya conocida patología.
Con un lenguaje complejo y profundo comparable al utilizado en su obra La Cabaña nos hace participes de sus emociones y sensaciones, aunque a diferencia de ésta aquí nos brinda más inmediatez y nitidez lo cual hace que sea más comprensible y asumible por los lectores. Literariamente mantiene el nivel exhibido en La Taberna y nos sigue demostrando una firme progresión en la dicción.
Si en la parte literaria no se pueden poner peros en la parte humana nos muestra una vez más la complejidad y profundidad de un espíritu cruelmente sacudido por vaivenes emocionales tremendos en los que duda de su propia situación. Nos hace partícipes de ellos y nos los muestra en su afán desesperado por alcanzar esa estabilidad tan huidiza.
Es importante constatar como parece haber conseguido el dejarse ayudar, y asimismo el agradecimiento implícito a la labor que cada uno de esos personajes desempeña en su camino de superación personal.
Finalmente nos hace partícipes de sus sensaciones acortándose paulatinamente los plazos hasta reducirlos a la inmediatez más próxima. Como bien dice son sus primeras líneas en un 2017 horrible “ Las más importantes, las del desbloqueo. “
No me permito bromas en este comentario. Detecto sinceridad, seriedad y profundidad en esos capítulos bien trabajados. Sí espero que toda esa situación sea por fin superada y que el Autor nos deleite con algún relato en los que el humor y su ingenio nos sorprendan como él sabe hacerlo.
Saludos