viernes, 12 de agosto de 2016

Experiencia bipolar sin alcohol: Parte X


Esta serie pertenece a la obra 'La taberna: Una libreta para el recuerdo'

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3 comentarios:

  1. Entendiéndolas como una simbología, desde las primeras líneas del relato que abre esta entrega el autor ya podría dejar patente lo innegable de la potencia de las emociones, lo complicado de su gestión y como además todas las variables exógenas pueden relativizarlas o demonizarlas.
    En el caso que nos ocupa (y ya en la entrega X), convertirlas en el suave aleteo de una mariposa o en el feroz huracán que hace desaparecer tu hogar durante una tormenta tropical es ya una cuestión casi de fortuna.
    Si para el resto de gente los sentimientos son una parte de nuestra vida que no podemos evitar y que nos gustaría esconder en según qué ocasiones, intentemos por un momento leer y comprender este texto en su totalidad. Lo que realmente Víctor nos explica cuando nos tiende su mano a fin de que crucemos el puente que nos separa de él.
    Los afectados del trastorno bipolar deben lidiar con todo aquello que nosotros conocemos y recordamos, con todas aquellas emociones y sentimientos que nos devoran desde dentro y que no podemos controlar en su totalidad pero con la salvedad de que su intensidad y su control navegan sobre aguas más bravas, son arrastrados por vientos más temibles.
    Siendo así, ¿cómo reconocer tus propios sentimientos en tus recuerdos? Y sobretodo, y quizás más intrigante si nos percatamos de ello, ¿cómo confiar en esa sensación y darle la importancia real que tenga? No hay nada más peligroso y seductor que dejarse llevar por los recuerdos, ya sean cálidos o destructivos. A todos nos ha pasado. Es un ejercicio habitual y un placer culpable.
    Pero, ¿y si nuestra mente tuviese un velo permanente que filtrase todos esos recuerdos? Que nos dejase un poso claro pero posiblemente manipulado y distorsionado. Que los potenciase de cualquier manera. ¿Y si además tuviésemos que medicarnos para combatirlo? ¿Y si nuestra única forma de creer entender o gestionar esas emociones fuese consumir alcohol? Prácticamente es un pez que se muerde la cola. Quizá no seríamos capaces de sobrellevarlo.
    El autor no sólo ha sido capaz de sufrirlo y sobrevivir. Además se atreve a analizarlo, diseccionarlo y servírnoslo en una bandeja dispuesta para todo aquel que quiera dedicarle unos segundos.
    Con emoción y con sentimiento.

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  2. Enhorabuena, has conseguido salir de esa rueda en donde has estado metido durante años. Por desgracia no muchos lo consiguen y tus experiencias pueden ayudar. Aunque sí están el el círculo también está el factor de la ceguera, pero tú lo has conseguido, has conseguido ver y así darte cuenta que por muy "bien" que te sentía por el alcohol o por muy "mal" que te sentías con la medicación al final has conseguido salir de ese círculo vicioso y ver las cosas de una forma diferente y mejor.

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  3. Espléndido minirelato de prólogo, uno puede llegar a sentir esa sensación de vacío y desesperación. Tema muy controvertido el control de las emociones. Quizás deberíamos empezar por poder definir " emociones " y, más complejo aún, las emociones vividas. Casi en su totalidad tienen efectos inmediatos a nivel fisiológico, vello erizado, deseos incontenibles de reír o llorar, escalofríos, estados semi oníricos de comunión ante una obra o pieza musical. A veces nos afecta directamente y otras, en cambio, recibe de nosotros frialdad. Luego si el estímulo es el mismo ¿ por qué reaccionamos de forma diferente ? ¿ afecta esto también a nuestros recuerdos ?. Digamos que a veces incluso llegamos a moldearlos a nuestra conveniencia . Si ya de por sí es complicado aquí el Autor nos lo detalla y lo complica con la presencia de factores desestabilizadores. Recordando que estoy para comentar la escritura, que me parece fantástica, no he podido evitar que lleve un tiempo reflexionando sobre todo esto. Así que si lo que busca es remover conciencias efecto conseguido. Enhorabuena

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