Planteemos un escenario simple.
Así, en medio del caos.
Imaginemos por un momento que cada miembro de ZZ Top es la suma de un sinfín de almas de nuestros más queridos fallecidos.
Pensemos, tan solo un instante, que puedan trascender ante nosotros con un simple rasgueo de guitarra. Que, con un acorde, podamos sentir en nuestra columna vertebral su presencia, mientras honramos su recuerdo y perpetuamos sus enseñanzas.
Golpe de batería que nos sacude de las sábanas depresivas. Un trueno venido del más allá, del espacio profundo, donde en lugar de silencio reina el mejor rock 'n roll.
Sabor a cerveza.
Distorsión de pequeño altavoz.
Incertidumbre con pasión. Esperanza ante el gris. Ilusión, verde azul celeste. Y esas llamaradas que nadie espera encontrar en el cielo. El fuego del amor que sentimos unos por otros, usualmente cuando ya parece que es demasiado tarde.
Va por ti, Luís.
Así, en medio del caos.
Imaginemos por un momento que cada miembro de ZZ Top es la suma de un sinfín de almas de nuestros más queridos fallecidos.
Pensemos, tan solo un instante, que puedan trascender ante nosotros con un simple rasgueo de guitarra. Que, con un acorde, podamos sentir en nuestra columna vertebral su presencia, mientras honramos su recuerdo y perpetuamos sus enseñanzas.
Golpe de batería que nos sacude de las sábanas depresivas. Un trueno venido del más allá, del espacio profundo, donde en lugar de silencio reina el mejor rock 'n roll.
Sabor a cerveza.
Distorsión de pequeño altavoz.
Incertidumbre con pasión. Esperanza ante el gris. Ilusión, verde azul celeste. Y esas llamaradas que nadie espera encontrar en el cielo. El fuego del amor que sentimos unos por otros, usualmente cuando ya parece que es demasiado tarde.
Va por ti, Luís.
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