RESEÑA DE 'LA CABAÑA'
por Kiera Reads
Para leer la reseña en el blog de Kiera sigue este enlace
NOTA DEL AUTOR
Conocí a Kiera al
leer sus satisfechos comentarios en mi primera colaboración con R.
Crespo ‘Un ritual en la taberna’.
Eran tiempos felices
para mí, pues por circunstancias personales apoyadas en el abandono
del alcohol y una descompensación de mi trastorno bipolar, me
encontraba en la cresta de la ola.
Siempre recordaré
con cariño todo cuanto aconteció, pese a que el final resultase un
tanto trágico para mi persona, con un ingreso psiquiátrico
aguardando como nefasta guinda a un pastel preparado con mimo.
Poco antes de que
tal hecho aconteciese, Kiera se puso en contacto conmigo para
anunciarme que tenía prácticamente lista la reseña que nos ocupa.
Al respecto no solo
quiero recordar lo preciosista de su blog Kiera Reads, sino que
también debo decir que se trata de una reseña que me llenó de
ilusión y empuje. La cabaña es la entrega más laberíntica y
pesada de la saga Identidad, y descubrir que una lectora como ella la
ha disfrutado tanto me llena enormemente. Esa ilusión, ese empuje,
siguen intactos aguardando el momento de regresar al teclado para
abordar la tercera entrega de la serie.
Con compañeros de
viaje como Kiera el camino se torna en cierto modo más agradable.
RESEÑA
Mi interés por esta
obra comenzó al leer el relato 'Un ritual en la taberna' en el blog
de R. Crespo. En este relato se encontraban los protagonistas de dos
obras: por un lado, Olivia, la protagonista de Ritual escrito por R.
Crespo –que ya está reseñado en el blog–, y Joel de La taberna:
Una libreta para el recuerdo de Víctor Fernández García. Este
último no lo conocía, pero me llamó mucho la atención por los
elementos que formaban parte de este relato, así que no dudé en
darle una oportunidad al primer libro de la saga cuando el autor se
puso en contacto conmigo. He de decir que no tenía muy claro con lo
que me iba a encontrar, así que iba un poco perdida, pero la
lectura, aunque curiosa, ha resultado ser muy gratificante.
Niño, Adolescente y
Hombre llegan a la cabaña guiados por una niña que habita en el
bosque. Allí se encuentran a Anciano, el dueño de la cabaña, que
parece entender muy bien lo que les atormenta a estos tres
personajes. Estos cuatro personajes junto a Miedo, Temerario,
Esperanza, Ilusión, Consciencia, Rectitud, Experiencia, Resolución,
entre otros, se embarcarán en un viaje difícil de olvidar.
La narrativa del
autor no es para nada sencilla, todo lo contrario, hubo ocasiones en
las que tuve que leer varias veces el mismo fragmento porque no me
estaba enterando de lo que estaba leyendo, y eso ha hecho también
que vaya mucho más lenta en la lectura, aunque, tengo que reconocer
que, no he elegido la mejor época para leer una obra con estas
características. Como ya os habréis dado cuenta, ninguno de los
personajes que he nombrado cuentan con un nombre propio, y tampoco
cuentan con una gran descripción física, sino que en esta obra la
importancia está en la psicología de los personajes. Pero, sin
duda, lo que más me ha gustado ha sido la realidad de la propia
obra. Nos metemos de lleno en la mente de una persona con trastorno
bipolar, una enfermedad que es muy fácil juzgar desde fuera pero
que, una vez que te metes en la mente de alguien que la sufre, cambia
tu perspectiva completamente. Es una lectura en la que, al principio,
te puedes sentir desorientado, pero poco a poco las cosas van
encajando y vamos entendiendo a los personajes, e incluso se puedes
llegar a un punto en el que no sabes qué es real y qué no.
Esta obra está
compuesta por doce capítulos narrados en tercera persona, que pueden
hacer pasar perfectamente a esta historia como un relato; pero, de la
trama también forman parte quince anexos, algunos narrados en
primera persona, otros en tercera, indispensables para la historia, y
que deben leerse según nos vayan indicando durante la lectura. Tengo
que decir que esto me incomodaba un poco... Los anexos son la parte
más compleja de la historia, así que no voy a negar que cuando
acababa un anexo respiraba tranquila sabiendo que podía relajar mi
mente –ya os digo que esto es culpa mía, los exámenes nunca son
buenos acompañantes de este tipo de lecturas–, así que cuando
había que leer varios nexos seguidos paraba automáticamente la
lectura, a modo de descanso, porque era necesario. A pesar de esto,
ha sido una lectura que he disfrutado mucho, y que, aunque al
principio pensaba que me iba a costar entenderla, llegó a un punto
en el que estaba tan metida en la trama que no podía parar de leer.
En definitiva, La
cabaña es una historia que nos permite meternos en la mente de unos
personajes que sufren una enfermedad muy compleja, un torbellino de
emociones que se transmiten al lector de una forma muy real; y que
hacen de esta una lectura inolvidable. Sin duda, una trama que no
solo leerás sino que también vivirás como si fueras uno más en
esta emocionante historia.
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